¿De quién es la culpa?

Sabido es que en el fútbol argentino el fusible siempre ante un mal rendimiento es el técnico. Y queda claro viendo los sucesos de esta semana que nada ha cambiado, en River los insultos a Gorosito llegaron luego de una nueva caída, y en Boca fue el mismo técnico quien presentó la renuncia.
Pero claro está que la culpa es de los jugadores y no de los técnicos. River lleva varias campañas desastrosas con varios técnicos y resultados similares, y Boca tuvo a Ischia, y ahora al Coco pero a pesar de planteos diferentes, los resultados son los mismos.
Los jugadores de River carecen por completo del nivel suficiente que deben tener para vestir esta camiseta, gloriosa en tiempos no tan lejanos, y que de seguir así, pronto comenzarán los problemas con el descenso, ya que son varias las temporadas de últimos puestos, además de las ya conocidas eliminaciones en primeras rondas de Copa Libertadores y Copa Sudamericana.
Boca, por su parte, se encuentra en caída libre, con jugadores que le dieron todo al club, con triunfos históricos, pero que ya demuestran los problemas propios de la edad que tienen, con gran número de lesiones, y con problemas físicos en los segundos tiempos.
Si puede reprochársele al Coco, el no solucionar los problemas de vestuario, generados en su mayoría por el controversial Román Riquelme, quién lejos se encuentra de su nivel máximo alcanzado años antes, y que tantas alegrías le dio al pueblo boquense.
En cuanto a Pipo, poco puede decirse, ya que se encuentra en la disyuntiva de cumplir su sueño de dirigir al club de sus amores, o seguir manchando su historial como técnico, con resultados desastrosos, e insultos de los cuatro lados del monumental, tras cada partido de sus dirigidos.
Solo queda esperar, y ver como se desarrolla todo, quizás un par de buenos resultados, y todo quedará en el olvido, y los técnicos que hoy son tan abucheados, serán el día de mañana, los entrenadores pedidos por todos nosotros para dirigir nuestro seleccionado, después de todo, no hace falta tanto conocimiento para dirigir al seleccionado nacional.

La alegría viene por otros lados…

Parece ser que ahora nos venimos a enterar que con solo las cartulinas motivadoras no alcanza, que hace falta además de eso un poco de trabajo, entrenamiento, profesionalismo, y dedicación. Eso nos demostró Juan Martín del Potro, que fue a New York, al U.S. Open, y con casi todo en contra se trajo el título, su sueño desde que era un niño. ¿Por qué él, y no Nalbandian, Cañas, Coria, Acassuso, etc. etc. etc.? Actitud podría ser una respuesta, trabajo otra, ganas de triunfar, compromiso, esas podrían ser algunas.
Además nos demostró la grandeza de su simpleza cuando el presentador terminaba de decir que había ganado U$S 1.750.000, el solo quería el micrófono para saludar, en su idioma natural, a sus familiares y seres queridos que quedaron en Argentina. Porque como pudo verse en todos los partidos estuvo acompañado solamente, y siempre por las mismas tres personas, su entrenador, su representante, y su preparador físico. Sabido es, que es muy normal, ver palcos repletos de personajes al llegar a instancias finales de torneos importantes, a cuanto cholulo se le permita la presencia.
Estaría bueno, que otros representantes de Argentina, y hágase carga quién corresponda, tengan la actitud de ganar, y no dejarse caer ante el primer inconveniente que se les presente.
Otra buena noticia del deporte, que nos llegó el fin de semana, fue la confirmación de la presencia del seleccionado argentino de rugby, los pumas, en el torneo de 4 naciones (Four Nations), anteriormente denominado Tree Nations junto a los equipos de Sudáfrica, Nueva Zelanda y Australia. Esto viene en concordancia con la impresionante actuación de nuestro seleccionado en el último mundial de rugby, disputado en Francia en el año 2007.
Lamentablemente esta hermosa oportunidad no será aprovechada por la mayoría de los jugadores de aquel seleccionado, ya que varios de los mismos ya se retiraron del seleccionado nacional. Seguramente, los nuevos pumas, disfrutarán los beneficios del trabajo de sus predecesores.
Esperemos que las alegrías, sigan llegando y sean provenientes de todos los ámbitos del deporte nacional, para así, seguir trayendo alegrías al pueblo argentino.

Cada vez peor.

Recién termina el partido de Argentina con Paraguay, estamos afuera de la clasificación directa, pero viendo el rendimiento del equipo la verdad que no me sorprende. Jugadores que no tienen ningún compromiso con la camiseta, que no les importa un carajo el mundial, solo sus publicidades de botines, motores y cuanta pelotudez se les venga en gana. Podrán ser los mejores de sus clubes, hacer goles todos los fines de semana; acá cuando las papas queman, el técnico tiene que recurrir a zapallazos a Palermo y a Schiavi.
Otro párrafo es para la defensa, un DESASTRE, el primer tiempo parecía que llegaba el cuarto gol de Paraguay antes del segundo, y en el segundo tiempo los paraguayos se tiraron atrás y de contra pudieron liquidar el partido, por supuesto siempre con ante la atenta mirada de nuestros defensores.
Y Messi, basta, ya no digamos mas nada, dejemos que lo premien en Europa, que se sigan llenando la boca sus fans del Barcelona, pero no le sigamos pidiendo que juegue mejor porque ya sabemos que con la celeste y blanca no rinde. Es chico, tiene mucha responsabilidad, le faltan Iniesta y Xavi, y cuantas excusas se te puedan ocurrir. BASTA!!
Ahora solo nos queda esperan y ver si en los próximos dos partidos, se dan los resultados, para que definitivamente podamos clasificar al próximo mundial.
Y si no, será en el 2016, después de todo, no falta tanto…

Brasil lo puso en su lugar.

Con poquito Brasil fue muy superior a la Argentina, apenas dos centros, un poco de atención y después manejó el partido de contra.
Argentina comenzó bien, con la motivación de la cual se habló toda la semana, pero le duró poco, hasta el primer gol de Brasil. Un centro al punto penal, una defensa que no sabe si marca a hombre o en zona, un cabezazo limpio, al palo, que hizo inútil la estirada de Andujar, y listo, el equipo se desplomó, desorganizado, anárquico, sin ideas, un ejemplo claro es que uno de los jugadores que mas veces tocó la pelota fue Heinze, al cual las ganas y la actitud solas no le alcanzan.
Pero poco puede decirse del gringo si los jugadores responsables del manejo de la pelota, de la creación y de concretar los goles no estuvieron a la altura de las circunstancias. Solo la actitud de Verón, el cual recibió su merecida ovación al final del partido, y un poquito de Otamendi, que a pesar de su corta edad, responde con creces en la defensa, del resto de los jugadores poco se puede decir. Tampoco es momento para ello, llego la hora de CERRAR la boca en los días previos al partido, y enfrentar los partidos que quedan con la seriedad y responsabilidad que este tipo de partidos se merecen, como verdaderas finales.
Esperemos que las cosas cambien en lo próximos encuentros y que Argentina consiga la tan ansiada clasificación al mundial de Sudáfrica 2010. Quizás con tiempo y con la clasificación en los bolsillos el equipo logre el rendimiento que esperamos.