¿De quién es la culpa?

Sabido es que en el fútbol argentino el fusible siempre ante un mal rendimiento es el técnico. Y queda claro viendo los sucesos de esta semana que nada ha cambiado, en River los insultos a Gorosito llegaron luego de una nueva caída, y en Boca fue el mismo técnico quien presentó la renuncia.
Pero claro está que la culpa es de los jugadores y no de los técnicos. River lleva varias campañas desastrosas con varios técnicos y resultados similares, y Boca tuvo a Ischia, y ahora al Coco pero a pesar de planteos diferentes, los resultados son los mismos.
Los jugadores de River carecen por completo del nivel suficiente que deben tener para vestir esta camiseta, gloriosa en tiempos no tan lejanos, y que de seguir así, pronto comenzarán los problemas con el descenso, ya que son varias las temporadas de últimos puestos, además de las ya conocidas eliminaciones en primeras rondas de Copa Libertadores y Copa Sudamericana.
Boca, por su parte, se encuentra en caída libre, con jugadores que le dieron todo al club, con triunfos históricos, pero que ya demuestran los problemas propios de la edad que tienen, con gran número de lesiones, y con problemas físicos en los segundos tiempos.
Si puede reprochársele al Coco, el no solucionar los problemas de vestuario, generados en su mayoría por el controversial Román Riquelme, quién lejos se encuentra de su nivel máximo alcanzado años antes, y que tantas alegrías le dio al pueblo boquense.
En cuanto a Pipo, poco puede decirse, ya que se encuentra en la disyuntiva de cumplir su sueño de dirigir al club de sus amores, o seguir manchando su historial como técnico, con resultados desastrosos, e insultos de los cuatro lados del monumental, tras cada partido de sus dirigidos.
Solo queda esperar, y ver como se desarrolla todo, quizás un par de buenos resultados, y todo quedará en el olvido, y los técnicos que hoy son tan abucheados, serán el día de mañana, los entrenadores pedidos por todos nosotros para dirigir nuestro seleccionado, después de todo, no hace falta tanto conocimiento para dirigir al seleccionado nacional.