Lamentablemente… esto somos.

Desde el miércoles se sabía que si el resultado no era favorable para los millonarios, en el monumental podía pasar cualquier cosa. Los organismos de seguridad, dijeron que el partido debía jugarse a puertas cerradas. Pero, como es costumbre, la demagogia le ganó al sentido común. Desde algún lado, y hay quienes nombran a la ministra Garré, se dijo que el partido se tenía que jugar con gente dentro del estadio. Ignorando los consejos de quienes supuestamente “saben” del tema seguridad, y con la presencia de mas de 2.000 policías (casi 1000 mas que cualquier superclásico) el partido se jugó, el resultado lo sabemos todos, y los hechos lamentables ocurridos luego del partido, nos quedarán por un largo tiempo en nuestras retinas, demostrando el total estado de locura en el que vivimos los argentinos.
Y digo vivimos, porque lo que se vio hoy en todos los canales de televisión argentina, nos demuestra claramente lo que somos. Hoy no se vio solo a la “barra brava” actuar de manera criminal, hoy vimos gente común rompiendo todo, padres de familia empujando a sus hijos para poder tomar algo para tirar, “hinchas” de River destrozando su club, “el hall de entrada es Kosovo” se escucho decir a un reconocido periodista esta tarde en una radio capitalina.
Lamentablemente… esto somos… gente que no puede discernir entre cosas realmente graves y un partido de fútbol, gente que ante la menor chispa explota y se transforma en algo que seguramente pasamos horas criticando, cuando vemos a alguien comportarse de la misma forma.
Sabido es lo que genera el fútbol en todos nosotros, esa pasión que todos llevamos dentro, ese sufrimiento, esa alegría que nos da nuestro club todos los fines de semana, pero creo que llegó el momento de pensar adonde estamos. Y no decir hacia donde vamos, porque aunque nos cueste verlo, ya estamos ahí, ya nos convertimos en esto, que tanto nos duele ver.
Creo que llegó el momento de parar la pelota, de levantar la cabeza, de mirar hacia delante, y tomar el camino que creemos mejor para nuestro futuro. Porque, y a vista de todos está, que desde arriba se hizo, se hace, y se hará muy poco por torcer el destino de nuestro fútbol.