Llegó la hora de demostrar grandeza…

A horas del tan mencionado partido mas importante de la historia riverplatense, creo que llegó la hora de demostrar grandeza. Primero, por parte de los jugadores, que están trabajando en una de las instituciones más grandes de la historia deportiva de la Argentina, y que necesitan, mostrar su mejor cara, una cara que no se ve desde hace un buen tiempo, y jugar al fútbol como seguramente saben, por que por algo, se encuentran en el lugar que están. De lado quedarán las deudas que River tiene con sus jugadores, los problemas internos entre jugadores, cuerpo técnico y dirigentes.
Además de los jugadores, está la gente, esa gente que alentó tanto tiempo, a pesar de que el equipo no les mostrara lo que ellos querían ver, ni le diera los resultados que ellos pretendían. Seguramente, de darse el descenso tan temido, el dolor será grande, y la impotencia que ello genera mucho mayor, pero nada se solucionará con destrozos, insultos, ni agresiones de ningún tipo.
Finalmente, los dirigentes del fútbol argentino, en este caso los de River, deberían demostrar la grandeza que tuvieron en sus tiempos gloriosos futbolísticos, porque sabido es, que la dirigencia del millonario, es una monarquía absoluta, manejada a gusto y placer por Daniel Pasarella, quién prometió entre otras cosas durante su campaña, una auditoria de la administración Aguilar, pero a pesar de que ha pasado un año y medio de gestión, aún nada se dijo al respecto. Y buena parte de su comisión directiva formó parte de gestión Aguilar. Es más, a modo de burla, se dijo esta semana, mediante un comunicado de prensa desde presidencia, que la semana próxima se mostrarán los resultados de la tan nombrada y prometida auditoria.
Es conocido por todos, que River fue, y posiblemente siga siendo, una de las instituciones mas grandes del fútbol argentino, por lo menos eso así fue, hasta que José María Aguilar tomara las riendas del club. Donde tomó un plantel de grandísimos jugadores, y lo transformó tras dos mandatos presidenciales, en un plantel de jugadores que no están al nivel que el club históricamente tuvo, y de pibes con poca experiencia. Además de esto, dejó al club endeudado y con muy pocos activos.
Como era de esperar, tras tan grandiosa gestión, no solo que no se le sancionó de ninguna manera, ni se tomaron medidas, siquiera de investigación, sino que se le dio un cargo en FIFA, si, como usted lee, un cargo en FIFA.
El fútbol seguirá, como siempre y a pesar de todo, esperemos que las cosas se den de la forma más justa posible, y que lo de mañana no sea más que lo que es, un partido de fútbol.