Miedo a perder.

Tras un muy buen primer tiempo del equipo millonario, con varias y claras situaciones de gol, un penal mal cobrado, que luego fue errado por el burrito Ortega, con gol de tiro libre, por una gran pegada del muñeco, y un primer tiempo que hizo ilusionar mucho a sus hinchas, el equipo que hasta aquí fue muy superior se tiró atrás, quizás por la expulsión de Villagra, bien expulsado, quizás por el empuje de Boca, pero principalmente por el miedo a perder que frenó por completo a el equipo de la banda. A pesar de tener situaciones de contra, más claras tal vez que las que dispuso Boca.
Un Boca que a pesar de llegar mejor al superclásico, no demostró nada, un equipo frío, sobrepasado por el rival, y que tuvo en Abbondanzieri, por algunas atajadas, en Palermo por el gol, y principalmente por la impericia a la hora de definir de River, las claves de llevarse un punto de la cancha de su clásico rival.
Un punto aparte para el arbitraje, un penal bien cobrado, pero que debió ser sancionada una clarísima mano previa de Buonanote, que vio todo el mundo, menos el arbitro y sus asistentes. Y la expulsión de Cáceres, tras una actuación digna de un Oscar de Ariel Ortega, un árbitro que se vio claramente sobrepasado por las circunstancias. Lo que nos hace ver el nivel desastroso del arbitraje argentino, que mucho dista de ser de primer nivel mundial, lejos queda la gran actuación de Elizondo en el último mundial. Esperemos que las cosas en este aspecto cambien pronto, y nos demuestren los árbitros argentinos que esto es solo una mala racha.